Mora de Rubielos es de esos sitios que sorprenden. Su castillo imponente y sus calles empedradas te transportan a otra época, pero lo mejor es que no está solo. Muy cerca, hay pueblos que combinan historia, paisajes increíbles y un ritmo de vida tranquilo.
Si te gusta perderte por callejones de piedra, descubrir fortalezas antiguas o simplemente disfrutar del silencio de la montaña, aquí tienes algunos pueblos bonitos cerca de Mora de Rubielos que valen la pena.
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Puertomingalvo, historia en cada rincón
Si hay un pueblo que te hace sentir dentro de un cuento medieval, es este. El castillo del siglo XIII sigue dominando el paisaje, y cuando paseas por sus calles estrechas, parece que en cualquier momento podría aparecer un caballero a caballo. La Iglesia de la Purificación tiene una portada gótica impresionante, pero lo que más llama la atención es la sensación de autenticidad en cada rincón.
En los alrededores hay rutas espectaculares, como la que lleva a los Órganos de Montoro, unas formaciones rocosas tan perfectas que cuesta creer que sean naturales. Si vas en invierno, abrígate bien: aquí el frío se siente de verdad.
Alcalá de la Selva, entre montañas y nieve
Este es el típico pueblo que cambia completamente según la época del año. En verano, sus prados verdes y senderos hacen que sea un lugar ideal para caminar sin prisas. En invierno, con la estación de esquí de Valdelinares al lado, se convierte en un refugio perfecto para los amantes de la nieve.
El castillo, aunque en ruinas, sigue siendo un buen punto para entender la historia del lugar, y la Iglesia de San Simón y San Judas es de esas que no parecen gran cosa por fuera, pero sorprenden cuando entras. Si te gusta la montaña, sube al Pico Peñarroya, el más alto de Teruel. La vista desde arriba vale cada paso.
Alcalá de la Selva y Puertomingalvo son dos pueblos bonitos cerca de Mora de Rubielos que no deberías perderte.
Montanejos, aguas termales y paisajes de postal
Este pueblo es famoso por sus aguas termales, y con razón. El agua brota a 25°C todo el año, lo que significa que puedes bañarte aunque haga frío. Pero más allá del relax, Montanejos tiene algunos de los paisajes más impresionantes de la zona.
El Salto de la Novia es un rincón espectacular donde el río Mijares se encajona entre paredes de roca. Si te gusta el senderismo, el Sendero de los Estrechos es una maravilla, con pasarelas junto al río y miradores que parecen sacados de una postal. Eso sí, si vas en verano, madruga: es un sitio popular y suele llenarse rápido.
Montanejos es uno de los pueblos bonitos cerca de Mora de Rubielos que deberías visitar por lo mágico que es el Salto de la Novia.
Cedrillas, tradición y naturaleza
Cedrillas es pequeño, pero tiene una personalidad muy marcada. Su castillo, aunque ya solo queden algunas murallas, sigue siendo un punto interesante para ver la historia que se esconde entre sus calles. La Iglesia de San Salvador es un buen ejemplo de la mezcla de estilos gótico y mudéjar que se ve mucho por la zona.
Si te gustan las tradiciones, en octubre organizan una feria ganadera que lleva siglos celebrándose y que aún conserva ese aire auténtico de los mercados de antes. En los alrededores, los paisajes de montaña son perfectos para caminar sin prisas y disfrutar del silencio.
Culla, un pueblo con vistas impresionantes
Si te gustan los pueblos con encanto, Culla es uno de los pueblos bonitos cerca de Mora de Rubielos que no decepcionan. Su casco histórico está tan bien conservado que es fácil imaginarse cómo era la vida aquí hace siglos. La subida al castillo vale la pena solo por las vistas, y la Iglesia del Salvador, con su campanario alto, es otro de esos rincones que no puedes dejar pasar.
Si buscas algo distinto, pásate por el Parque Minero del Maestrazgo. No solo puedes entrar en antiguas minas de hierro, sino que también hay rutas interesantes por la zona. Y si vas con tiempo, siéntate en una de las plazas del pueblo y simplemente observa. A veces, lo mejor es eso: dejarse llevar por el ambiente.