Hablar de los pueblos cerca de Sitges es hablar de rincones con alma propia. A veces, cuando uno piensa en esta zona, se imagina solo playas y turismo de verano, pero lo cierto es que hay mucho más. He recorrido estos pueblos sin prisa, escuchando historias de sus habitantes y disfrutando de cada parada sin un plan demasiado cerrado.
Aquí te dejo algunos que, por una razón u otra, se han quedado en mi memoria.
Guía de pueblos bonitos cerca de Sitges para tu próxima escapada
Castelldefels: más que playa y chiringuitos
Cuando llegué a Castelldefels, me esperaba encontrar un destino típico de costa, con terrazas llenas de gente tomando cañas y el sonido de las olas de fondo. Y sí, todo eso estaba ahí, pero también descubrí un castillo que parece sacado de una película de caballeros.
Subí a la fortaleza y me quedé un buen rato contemplando las vistas: el Mediterráneo a un lado y el Parque Natural del Garraf al otro. No todo el mundo sube hasta aquí, pero merece la pena. Ah, y si te gusta el arroz, pregunta por algún sitio donde hagan un buen arroz negro. No te arrepentirás.
Calafell: historia con sabor a mar
Calafell es de esos pueblos bonitos cerca de Sitges que mezclan pasado y presente sin esfuerzo. Su castillo medieval domina el paisaje, pero abajo, en la playa, todo es movimiento: familias, parejas, vendedores ambulantes… Me metí en el casco antiguo por curiosidad y terminé en una bodega probando un vino local que nunca había escuchado nombrar.
Aquí se come bien sin necesidad de buscar demasiado. Probé el “xató”, una ensalada con una salsa que, sinceramente, debería ser más famosa. Y si te interesa la literatura, pásate por la Casa Barral, que fue un punto de encuentro para escritores importantes.
Castellet i la Gornal: un castillo con vistas de postal
Este sitio es pequeño, pero tiene un encanto difícil de explicar. Llegué sin saber muy bien qué esperar y terminé pasando más tiempo del planeado. El castillo de Castellet se alza sobre el embalse de Foix y, si tienes suerte con el día, las vistas son espectaculares.
En una tienda de la plaza me recomendaron un vino de la zona y, sin pensarlo demasiado, compré una botella. Me la bebí después en una cena con amigos y todos estuvimos de acuerdo: buenísima elección. Además, si te gusta caminar, aquí hay rutas que atraviesan bosques y te llevan a rincones poco transitados.
Castellet i la Gornal es uno de los pueblos bonitos cerca de Sitges que no puedes perderte.
Santa Oliva: el pueblo que nadie menciona, pero que merece una parada
Santa Oliva no suele estar en las listas de lugares recomendados, y quizás por eso me gustó tanto. Es tranquilo, sin grandes atractivos turísticos, pero con una esencia auténtica. Su castillo y su iglesia del siglo XIII se ven rápido, pero lo mejor es perderse por sus calles y hablar con la gente.
En un bar me sirvieron un queso artesanal que, según el camarero, era “el mejor de la comarca”. No sé si era cierto, pero estaba increíble. Aquí se respira calma, y si te gusta el buen vino, estás en la zona perfecta para probar algunos de los mejores del Penedès.
Santa Coloma de Cervelló: modernismo en estado puro
Este pueblo es conocido por la Cripta de la Colonia Güell, una obra de Gaudí que, para muchos, es más interesante que la propia Sagrada Familia. Llegué sin expectativas y me quedé impresionado por sus formas y detalles. Parece que la piedra y el ladrillo están vivos, adaptándose a la naturaleza.
Más allá de la cripta, el pueblo tiene rincones interesantes y, si te animas a caminar un poco, puedes explorar Collserola, donde hay senderos con buenas vistas de la ciudad de Barcelona. Si visitas Santa Coloma de Cervelló, tómate tu tiempo. Hay cosas que merecen ser vistas sin prisas.
Y hasta aquí nuestro contenido sobre los pueblos bonitos cerca de Sitges que merece la pena visitar.