Puerto de Vega está en Asturias, y eso ya es empezar bien. Esta provincia no necesita que la vendan con palabras grandes porque se vende sola: acantilados que parecen pintados a brocha gorda, pueblos con más historia que postureo, y vacas. Muchas vacas. Aquí el tiempo va por libre y la gente también, lo cual es parte del encanto.
Si buscas desconectar, comer como si no hubiera mañana y callejear sin que te atropelle un patinete, Asturias te espera con los brazos abiertos y el morro un poco torcido, como diciendo “a ver si estás a la altura”. Por suerte, lo estarás, porque entre sidras, playas y montañas, es imposible no entrar en su juego.
Y si hablamos de los pueblos más bonitos cerca de Puerto de Vega, hay mucho donde rascar. Así que déjate de rutas prefabricadas y sigue leyendo, que aquí te dejo lo bueno, sin filtros de Instagram y con lo que sí merece la pena.
Pueblos bonitos cerca de Puerto de Vega que parecen sacados de un cuento
Luarca
Luarca es de esos sitios que parecen diseñados por un director de cine con buen gusto. Es blanco, pesquero y no necesita hacerse el interesante: lo es sin esfuerzo. El puerto es el alma del pueblo, y si te gusta el pescado fresco, aquí comes bien hasta en el bar más cutre.
Súbete hasta la Capilla de la Atalaya, justo al lado del faro, y flipa con las vistas. Desde ahí se ve medio Cantábrico y todo el encanto que tiene este rincón. El cementerio parece un decorado de película, y no es casualidad que esté considerado uno de los más bonitos de España. Severo Ochoa descansa allí, por si te suena el nombre.
¿Algo dulce? En Cabo Busto hay una pastelería con fruta local y postres que te reconcilian con la vida. Luarca no es solo uno de los pueblos más bonitos cerca de Puerto de Vega: es parada obligatoria, te guste o no.
Navia
Navia está a tiro de piedra de Puerto de Vega y tiene lo justo para pasar el día sin aburrirte ni un minuto. Es pequeño, sí, pero se defiende. El casco antiguo tiene sabor a historia, con restos de muralla y un par de palacetes que te recuerdan que aquí hubo pasta en su momento.
Lo mejor es recorrer la ría por el paseo marítimo. A media tarde, cuando baja el sol, te dan ganas de comprarte una casa y quedarte. Si vas en verano, la Playa de Frejulfe es el lugar para poner la toalla y no hacer nada más que mirar el mar (y vigilar las olas, que aquí no se andan con tonterías).
No es el pueblo más ruidoso ni el más fotogénico, pero sí uno de los pueblos bonitos cerca de Puerto de Vega que se cuelan sin hacer ruido y te dejan buen recuerdo.
Tapia de Casariego
Tapia tiene pinta de portada de revista surfer y no lo disimula. Es marinero, guapo y algo chulo, como quien sabe que cae bien. El puerto es una postal continua, con barcos que parecen de juguete y terrazas donde se come marisco a precios decentes (de momento).
El paseo hasta la Isla del Faro vale la pena aunque esté lloviendo —que no sería raro, estamos en Asturias. Las playas, sobre todo la de Anguileiro, son perfectas para surfear o hacer como que sabes. Aquí el ambiente es joven, relajado y sin pretensiones.
Tapia no compite con nadie. Es de esos pueblos bonitos cerca de Puerto de Vega que no buscan gustarte… pero te gustan igual.
Ribadeo
Vale, Ribadeo ya está en Galicia, pero está tan cerca que sería de mala educación no incluirlo. Es más elegante que los demás de esta lista, con casas de indianos en el Barrio de San Roque que te hacen pensar en habanos, maletas de cuero y herencias familiares.
La Plaza de España es el sitio para tomarte algo y mirar pasar la vida con calma. Y si te animas a salir del centro, la joya está en las afueras: la Playa de las Catedrales, un capricho geológico que parece sacado de un videoclip caro. Solo recuerda que hay que reservar para entrar en temporada alta (esto no es la playa del barrio).
Si te gusta un pueblo que sepa comportarse pero también sepa impresionar, Ribadeo es tu sitio.
Cudillero
Aquí sí que hay drama visual. Cudillero es como un teatro de casas de colores, apretadas unas contra otras, mirando al mar. Si eres de los que sacan mil fotos, guarda batería porque este pueblo se presta a todo.
El truco está en perderse por las calles y acabar en alguno de los muchos miradores, como el de La Garita, donde todo se ve más bonito (incluso tu vida, si te pillas una sidra). En la Plaza de la Marina, puedes sentarte a comer algo mientras ves a los lugareños discutir sobre pesca o fútbol, sin filtro.
Y si te sobra tiempo, escápate a la Playa del Silencio, que está cerca y es tan salvaje que parece que nadie ha puesto un pie ahí (aunque sí, hay gente, claro).
Cudillero entra de cabeza en la lista de pueblos bonitos cerca de Puerto de Vega. Y si no te gusta… igual el problema no es del pueblo.
Salas
Salas juega en otra liga. No tiene mar, pero lo compensa con historia de la buena. Este pueblo es medieval, pero no de pega. Tiene su castillo, el de Valdés Salas, que impone lo justo y hoy funciona como hotel. Dormir allí es como irte a dormir en 1490, pero con wifi.
La Colegiata de Santa María la Mayor merece visita por dentro y por fuera. Y justo al lado está el mausoleo del Arzobispo Valdés, que parece más una obra de arte que una tumba. Si eres de los que disfrutan con las piedras viejas (bien puestas), este lugar es un festín.
¿Y para comer? Aquí se inventaron los Carajitos del Profesor, unas galletas que parecen inofensivas… hasta que te comes media docena. Salas no es el típico destino de Instagram, pero es de los pueblos bonitos cerca de Puerto de Vega que no hay que subestimar.