La provincia de Tarragona es como ese colega que nunca falla: te ofrece un poco de todo y siempre te deja con ganas de más. Playa, montaña, castillos, vinos, pueblos con historia y hasta alguna que otra fiesta que se va de madre. Aquí está Hospitalet del Infant, un sitio tranquilo para desconectar, pero rodeado de pueblos que te hacen preguntarte por qué no te has pasado antes.
Si estás buscando pueblos bonitos cerca de Hospitalet del Infant, sigue leyendo, que lo bueno empieza ahora. Nada de sitios aburridos o turísticos sin alma. Te traigo los que de verdad molan, con planes que van desde patearte castillos hasta beberte un buen vino con vistas. Vamos al lío.
Explora los pueblos bonitos cerca de Hospitalet del Infant y descubre rincones que te sorprenderán
Vila-seca
Vila-seca tiene ese rollo de pueblo tranquilo que se las sabe todas. Parece discreto, pero ojo, que esconde joyas. La más gorda: el Castillo de Vila-seca. Una mole del siglo XII que, entre batallitas medievales y restauraciones modernas, ahora se usa para exposiciones de arte.
Te lo digo ya: por fuera impone, pero por dentro sorprende. Y no es solo eso. Si quieres airearte, pásate por el Parc de la Torre d’en Dolça, que es como un pulmón verde con vistas a nada y a todo a la vez. Y cuando apriete el hambre, en el centro hay bares que clavan la tapa con la caña.
Vila-seca es para tomárselo con calma, pero no te duermas: aquí se respira historia y se bebe bien. Es uno de esos pueblos bonitos cerca de Hospitalet del Infant que no parece gran cosa, hasta que lo pisas.
Reus
Reus es la ciudad pequeña que va de sobrada… y con razón. Aquí nació Gaudí, aunque el tío no dejó ni una obra (un poco rata en eso, la verdad). Pero lo compensan con el Gaudí Centre, un museo que mezcla pantallas, maquetas y luces para meterte en su cabeza. Vale la pena.
Luego te vas a ver la Casa Navàs, y ahí sí que flipas. Una joya modernista que parece una tarta de boda, pero con buen gusto. Y no te vayas sin dar una vuelta por el casco viejo. Tiendas chulas, calles con vida, y muchas terrazas donde tomarte un vermut como Dios manda.
En Reus, el paseo se convierte en planazo. A nosotros nos enganchó. Arte, tiendas y alcohol bien mezclado. ¿Qué más quieres?
Miravet
Este sí que parece sacado de una peli de época. Miravet te saluda desde una curva del río Ebro con sus casas colgando y un ambiente que huele a historia. Lo primero: el Castillo de Miravet. Subes y, cuando llegas arriba, te dan ganas de quedarte a vivir ahí. Es templario, enorme y con vistas que te quitan la tontería.
Luego te bajas al pueblo, que tiene ese aire tranquilo de los sitios que no tienen nada que demostrar. Aquí la alfarería sigue viva, así que pásate por algún taller y llévate una pieza. Y si te va la marcha en el agua, súbete a un kayak y recorre el Ebro como un señor.
De todos los pueblos bonitos cerca de Hospitalet del Infant, este tiene algo especial. Medieval, auténtico y con río. ¿Qué más quieres? ¿Una cerveza? También tienen.
Móra d’Ebre
Aquí las vistas desde el castillo valen más que mil fotos de Instagram. El Castillo de Móra d’Ebre, con sus raíces moriscas, se alza en plan vigilante sobre el río. Subir cuesta un poco, pero te aseguro que merece la pena. Desde allí ves todo: el pueblo, el Ebro y más allá.
Luego te bajas al casco antiguo, que está lleno de callejuelas que parecen un laberinto, pero en versión amable. Tienen rutas para andar, campos con olivos y bodegas donde probar vinos que no están nada mal. A nosotros nos tocó una cata con vistas y fue como un premio después de patear.
Si te mola mezclar historia, naturaleza y buen vino, aquí lo tienes servido en bandeja. Otro de esos pueblos bonitos cerca de Hospitalet del Infant que no hace ruido, pero lo peta.
El Pinell de Brai
¿Una catedral del vino? Pues sí, existe, y está en este pueblo. La llaman así porque el edificio de la Cooperativa de El Pinell de Brai, hecho por Cèsar Martinell, parece más una iglesia modernista que una bodega. Dentro huele a vino y a historia. Y encima te dejan probarlo. ¿Qué más se puede pedir?
El resto del pueblo es pequeñito, con encanto rural y montañas de fondo que invitan a salir a caminar (o a quedarse mirando desde la terraza con una copa). Si tienes ganas de aventura, vete hacia las sierras de Pàndols y Cavalls: paisajes duros, historia de la Guerra Civil y rutas con vistas de las que no se olvidan.
Este lugar es perfecto para desconectar sin caer en lo típico. Otro de esos pueblos bonitos cerca de Hospitalet del Infant que no mucha gente conoce… mejor para nosotros.