Vale, sí, Murcia es famosa por sus playas y su clima de “me derrito en marzo”, pero si solo la conoces por eso… estás perdiéndote la mitad del pastel. Esta provincia del sureste español es un combo explosivo de historia, paisajes brutales y pueblos que parecen sacados de una peli de época. Hay huerta, hay montaña, hay mar, y sí, también hay castillos que harían llorar de envidia a cualquier señor feudal.
Y claro, está La Manga, ese brazo de tierra que se estira como queriendo tocar África. Pero si eres de los que no puede estar quieto en la toalla y te va eso de perderte por callejuelas, mirar castillos y hacer la ruta de la tapa en pueblos con encanto… entonces esto te interesa. Aquí te traigo una lista de los pueblos bonitos cerca de La Manga que deberías conocer antes de volver a tu rutina con olor a SPF 50 y arena en los bolsillos.
Guía de pueblos bonitos cerca de La Manga para tu próxima escapada
Cartagena
Cartagena es la reina del cotarro histórico murciano. Esta ciudad no necesita presentaciones, pero por si acaso: tiene más de 2.000 años de historia y aún así, sigue sorprendiendo. Lo suyo es empezar por el Castillo de la Concepción, en lo alto de una colina con vistas que te dejan sin aliento. Desde ahí, bajas directo al Teatro Romano, que te hace sentir como un senador del Imperio.
¿Te va lo de bucear (pero sin mojarte)? Entonces entra al Museo Nacional de Arqueología Subacuática, donde hay tesoros que sacaron del mar como si fueran piratas. Y cuando el sol baja, toca recorrer el casco antiguo, con sus plazas, iglesias y bares donde siempre te sirven algo más de lo que pediste. Cartagena no se anda con tonterías: tiene historia, mar y una energía que te atrapa. Uno de los imprescindibles si buscas pueblos bonitos cerca de La Manga con carácter y mucho que contar.
Mazarrón
Mazarrón es ese pueblo que no hace ruido, pero cuando llegas… boom, te vuela la cabeza. Porque sí, tiene playa. Pero también tiene historia, arte natural y un castillo en plan fortaleza de película: el Castillo de los Vélez, construido allá por el siglo XV para proteger la zona de piratas y demás fauna marina.
Lo más loco es que cerca del mar te topas con un paisaje casi marciano: las Gredas de Bolnuevo, unas formaciones rocosas que parecen esculpidas por alienígenas aburridos. Y si te mola lo de mirar el mar desde las alturas, el Mirador del Cabezo del Gavilán es tu sitio. Ah, y no olvides las minas abandonadas de Mazarrón, que son como una peli del oeste, pero en versión murciana. Un sitio completito, fotogénico y con buen tapeo. Vamos, que se merece un hueco en tu ruta de pueblos bonitos cerca de La Manga.
Alhama de Murcia
Alhama de Murcia es uno de esos sitios que parece tranquilo, pero tiene más historia que la Wikipedia. El prota indiscutible es el Castillo de Alhama, una fortaleza musulmana del siglo XI que se alza sobre un cerro como si vigilara todo lo que pasa en el valle. Subes y, entre el paisaje y las ruinas, sientes que te has teletransportado al medievo.
Además del castillo, tienes un centro urbano con iglesias, casonas antiguas y una plaza central que siempre está animada. Y si lo tuyo es estirar las piernas, el cercano Parque Regional de Sierra Espuña te espera con rutas, vistas y aire fresco que te pone las pilas. Vamos, que si quieres una mezcla entre naturaleza, castillos y tradición, Alhama es tu lugar. Otro de los grandes entre los pueblos bonitos cerca de La Manga.
Aledo
Aledo es el típico pueblo pequeño con alma de gigante. Está encaramado en la Sierra Espuña y conserva un rollo medieval que no se ve todos los días. El Castillo de Aledo, también conocido como La Calahorra, no es solo una torre bonita: fue clave en las batallas fronterizas con el reino nazarí. Ahí es nada.
Caminar por Aledo es como meterte en un capítulo de Juego de Tronos, pero con mejor clima. Las calles son estrechas, empedradas, y cada rincón tiene algo que decir. Y si tienes suerte y lo pillas en la noche de las velas, flipas: todo el casco antiguo iluminado a mano, sin luces eléctricas, como en los viejos tiempos.
Tiene también iglesias con arte del bueno, como la de Santa María la Real, donde hay obras de Salzillo. Un sitio perfecto para perderse sin perder el rumbo. Sí o sí, uno de los pueblos bonitos cerca de La Manga con más magia por metro cuadrado.
Lorca
Lorca no se anda con chiquitas: es grande, es señorial y tiene uno de los castillos más potentes de la región. La llaman la Ciudad del Sol, pero debería ser la Ciudad de las Sorpresas. El Castillo de Lorca, o Fortaleza del Sol, es una bestia medieval con dos torres que imponen: la Alfonsina y la del Espolón. Y dentro, una sinagoga judía del siglo XV, porque sí, aquí convivieron culturas como si nada.
El centro histórico de Lorca es un desfile de iglesias barrocas, palacetes y museos. Y si te gusta la Semana Santa, prepárate para flipar con los desfiles bordados en oro. Aquí todo se hace a lo grande. Comer en Lorca también es una experiencia religiosa: platos tradicionales, buenos vinos y postres que te hacen olvidar la dieta.
Por eso, si buscas pueblos bonitos cerca de La Manga con historia, elegancia y buen comer, Lorca lo tiene todo. Hasta castillo con nombre épico.
Pliego
Pliego es un pueblo pequeño, sí, pero cuidado: tiene más historia que muchos grandes. El Castillo de Pliego está en ruinas, vale, pero aún así impone. Fue clave en la vigilancia de la zona y se plantó en lo alto para controlar la cuenca del río Pliego y el despoblado de La Mota. Desde allí, las vistas son una pasada.
El pueblo en sí es tranquilo, con ese aire auténtico que no encuentras en los sitios masificados. Ideal para pasear sin prisas, charlar con los vecinos y descubrir rincones llenos de encanto. Si vas con ganas de aventura, te pilla cerca el Parque Regional de Sierra Espuña, así que botas de montaña y a explorar.
No es el más famoso, pero a veces lo bueno se esconde en los lugares discretos. Otro tesoro escondido entre los pueblos bonitos cerca de La Manga que merece su momento de gloria.
Mula
Mula es una mezcla explosiva entre historia, fiesta y cultura. En lo alto, dominándolo todo, está el Castillo de los Vélez, una fortaleza renacentista que parece salida de un cuento. Desde allí, las vistas del pueblo y de la comarca son de postal.
Pero Mula no es solo castillos. El Museo de Arte Ibérico “El Cigarralejo” te enseña que aquí había vida (y arte) mucho antes de los romanos. Si te mola el barroco, la iglesia de Santo Domingo y el Convento de San Francisco no te van a decepcionar.
Ahora bien, si hay un momento épico para visitar Mula, es durante la Noche de los Tambores. Miles de personas aporreando tambores a la vez. Brutal. Te vibran hasta las pestañas. Así que si quieres un sitio con carácter, alma y tradición a lo bestia, apunta Mula como uno de los grandes pueblos bonitos cerca de La Manga. Y prepárate para no querer irte.