Noja, situada en la costa oriental de Cantabria, es un destino turístico destacado por sus hermosas playas, su riqueza natural y su patrimonio histórico. Esta encantadora villa, enclavada entre las rías de Treto y Quejo, ofrece un entorno idílico para los amantes del mar y la naturaleza.
Noja no solo es apreciada por sus paisajes y su tranquilidad, sino también por ser un punto de partida excelente para explorar los pintorescos pueblos de la provincia, donde la historia, la cultura y la belleza paisajística de Cantabria se manifiestan en todo su esplendor.
A continuación descubrirás los pueblos bonitos cerca de Noja que merecen la pena visitar si estás en modo explorador.
Los pueblos más bonitos cerca de Noja que no debes perderte
Laredo
A unos 20 kilómetros de Noja, Laredo cautiva con su impresionante playa de La Salvé, una de las más extensas del norte de España, y su casco antiguo, la Puebla Vieja, que alberga importantes monumentos como la iglesia de Santa María de la Asunción, un magnífico ejemplo del gótico cantábrico.
Laredo, con su tradicional Batalla de Flores y su encanto marinero, ofrece una combinación perfecta de historia, cultura y naturaleza.
Hoteles recomendados en Laredo
#1 en Laredo: Hotel Las Ruedas
- ✅Ubicación tranquila cerca de playas.
- ✅Aparcamiento fácil y sin complicaciones.
- ✅Desayuno completo y restaurante que sorprende para bien.
- ✅Fachada de piedra y madera con personalidad auténtica.
- ✅Limpieza impecable y trato cercano, casi familiar.
En Laredo, entre montañas verdes y a un rato de la costa cántabra, me encontré con el Hotel Las Ruedas. No está en el centro de nada, y justo ahí está su encanto: tranquilidad total y coche aparcado sin dramas. Desde aquí, saltas fácil a San Vicente de la Barquera o a cualquier playa de postal.
El hotel es de esos que huelen a familia y madera vieja. Habitaciones sencillas pero cómodas, algunas con balcón donde asomarte al silencio. Si viajas en pareja, perfecto; si vienes con niños, también hay espacio para ellos. Nada de lujos innecesarios, lo justo para sentirse en casa.
El desayuno es el típico que te hace pensar “mejor de lo esperado”. Café con cara de serio, pan recién tostado y un restaurante que no decepciona. Wifi, tele, calefacción: lo básico está, y funciona.
La piedra en la fachada y las vigas de madera dentro cuentan historias. No es decoración de revista, es un caserón con personalidad. Y eso, en un mundo de hoteles clónicos, se agradece.
Lo que más repite la gente es el trato cercano y la limpieza. Yo lo confirmo: aquí te llaman por tu nombre y preguntan cómo fue el día. Eso pesa más que cualquier minibar.
El check-in es sencillo y hay consigna si llegas pronto. Hasta ofrecen cuna bajo petición, un guiño a quienes viajan en modo familia completa. Todo pensado para que no tengas que improvisar.
Por lo que cuesta, sales ganando. Pagas tarifa moderada y recibes ubicación estratégica, cama cómoda y una dosis de autenticidad que muchos hoteles quisieran.
#2 en Laredo: Rooms Laredo
- ✅Zona tranquila pero con todo cerca.
- ✅Habitaciones ideales para dos, algunas con terraza y vistas al mar.
- ✅Check-in flexible con cerradura electrónica: llega cuando quieras.
- ✅Transporte público cercano y aparcamiento fácil en la calle.
Si buscas un rincón tranquilo con vistas de postal y a un paso del mar, Rooms Laredo es tu sitio, a solo 200 metros de la playa Salvé. El entorno es residencial y relajado, perfecto si vienes con ganas de desconectar sin renunciar a tener tiendas y restaurantes cerca. Se puede aparcar en la calle y hay transporte público accesible.
El alojamiento ofrece habitaciones privadas dentro de una vivienda compartida, ideales para dos personas. Algunas tienen terraza con vistas al mar —sí, de esas que parecen sacadas de una película lenta de verano— y baño privado o compartido.
En cuanto a comodidades, no vas a echar nada en falta: wifi gratis, TV, nevera, microondas, hervidor, aire acondicionado, calefacción y lavadora compartida. Todo pensado para estancias cortas o unos días largos si decides no moverte.
La decoración es sencilla y moderna, sin pretensiones, pero con detalles cuidados: colores claros, toques marinos, fotos de la costa… No esperes lujos, pero sí un ambiente cómodo y bien pensado.
Las opiniones no mienten: los huéspedes destacan sobre todo la limpieza (de 10), la ubicación excelente y la atención del anfitrión, que es amable y rápido en responder. Muchos repiten, y eso ya dice bastante.
El check-in es flexible, puedes entrar con cerradura electrónica, lo cual se agradece si llegas tarde. No se permiten fiestas ni mascotas, pero sí niños. Hay cuna disponible bajo petición y puedes dejar el equipaje antes o después del check-in.
¿Lo mejor? La relación calidad-precio. No es un hotel de cinco estrellas, pero por lo que cuesta, te llevas tranquilidad, comodidad y el sonido de las olas si dejas la ventana abierta.
Liérganes
Liérganes, situado a unos 50 kilómetros de Noja, es un pueblo de postal, reconocido como uno de los más bonitos de España. Su arquitectura tradicional, con preciosas casas montañesas y el puente romano sobre el río Miera, contribuye a un paisaje cultural único.
La leyenda del Hombre Pez y el encanto de sus calles hacen de Liérganes una visita obligatoria para quienes buscan descubrir la magia de Cantabria.
Si quieres hacerte fotos espectaculares para Instagram, Liérganes es uno de los pueblos bonitos cerca de Noja que tienes que visitar.
Hoteles con encanto en Liérganes
#1 en Liérganes: Hotel Miera
- ✅A 300 m de la estación y cerca del balneario de Liérganes.
- ✅Habitaciones amplias, luminosas y con vistas a la montaña.
- ✅Limpieza impecable y personal atento que te asesora bien.
- ✅Desayuno variado y de calidad, muy bien valorado.
- ✅Zona tranquila, con fácil aparcamiento.
Si buscas un hotel en pleno corazón de Cantabria que combine comodidad, amabilidad y buena ubicación, Hotel Miera cumple. Está en Liérganes, un pueblo con encanto, a 300 metros de la estación de tren y muy cerca del balneario y los restaurantes del centro. Además, puedes aparcar sin problema en la zona.
Las habitaciones son amplias, luminosas y funcionales, con capacidad para dos o tres personas. Algunas tienen vistas a las montañas, de esas que te hacen respirar hondo y pensar: “estoy de vacaciones”.
No falta de nada: aire acondicionado, calefacción, wifi gratis, TV de pantalla plana, escritorio y baño privado. Y si viajas con familia, hay habitaciones comunicadas disponibles.
El estilo es sobrio, moderno y sin estridencias, con suelos de madera y detalles sencillos que invitan al descanso tras una jornada de ruta o termas.
Lo que más destacan los huéspedes es la limpieza impecable y la atención del personal, especialmente en recepción, donde te orientan con gusto sobre qué ver o dónde comer. Muchos elogian el desayuno por su calidad y variedad.
El check-in es rápido y el hotel cuenta con ascensor, consigna de equipaje y accesibilidad para personas con movilidad reducida. También aceptan mascotas bajo petición, lo cual es un plus.
Por el precio, es difícil pedir más. No es lujoso, pero sí honesto: buena base para explorar Cantabria sin vaciarte el bolsillo.
#2 en Liérganes: Gran Hotel Balneario de Liérganes
- ✅Acceso directo al spa con aguas minero-medicinales y tratamientos.
- ✅Ubicado en el centro de Liérganes, rodeado de naturaleza.
- ✅Recepción 24 h, consigna y buena accesibilidad.
- ✅Ideal para desconectar: silencio, relax y cero estrés.
- ✅Excelente opción si buscas calma a buen precio.
Si te imaginas un lugar donde el tiempo baja la voz y el agua lo cura casi todo, es aquí. El Gran Hotel Balneario de Liérganes está en el centro del pueblo, rodeado de naturaleza y a pasos del río y del balneario. Puedes llegar en tren y aparcar gratis.
Es un hotel clásico, con habitaciones dobles o individuales sencillas pero espaciosas, pensadas para el descanso más que para el postureo. Algunas tienen vistas verdes y otras al patio interior, todo muy silencioso.
El equipamiento es funcional: wifi, TV, escritorio, calefacción… y lo mejor, acceso directo al balneario con circuitos termales, tratamientos y piscina de aguas minero-medicinales. Ideal si tu plan es más de bata y calma que de selfie y cóctel.
El estilo es austero y algo anticuado, sí, pero con ese aire nostálgico que recuerda a los veraneos de abuelos con bata blanca. Limpio, bien mantenido y sin pretensiones.
Los huéspedes valoran la atención del personal, la tranquilidad del entorno y el ambiente relajado del spa, aunque algunos mencionan que el mobiliario podría actualizarse. Aun así, muchos repiten.
Hay restaurante con menú del día, consigna, recepción 24 h, y servicio de masajes o fisioterapia bajo reserva. El check-in es desde las 14 h y aceptan tarjetas. No se admiten mascotas, pero sí niños.
La relación calidad-precio es justa: no esperes lujo, pero si lo tuyo es desconectar y flotar, vas por buen camino.
Puente Viesgo
Puente Viesgo, a unos 70 kilómetros de Noja, es renombrado por sus balnearios y las Cuevas de Monte Castillo, patrimonio de la UNESCO.
Este pueblo no solo ofrece bienestar y descanso en sus aguas termales, sino también una oportunidad única para admirar arte rupestre prehistórico, siendo un testimonio de la historia humana en la región.
Hoteles con encanto en Puente Viesgo de obligada estancia
#1 en Puente Viesgo: Gran Hotel Balneario De Puente Viesgo
- ✅Entorno natural junto al río Pas.
- ✅Habitaciones amplias con vistas a las montañas o al jardín.
- ✅Spa completo con hidroterapia, sauna, masajes y más.
- ✅Ideal para escapadas de relax, bienestar o en pareja.
- ✅Gimnasio, pistas de pádel y zonas verdes para desconectar.
Si te imaginas un lugar donde el verde lo inunda todo y el silencio suena a bienestar, este es. El Gran Hotel Balneario de Puente Viesgo está junto al río Pas, en plena naturaleza y a solo 20 minutos en coche de Santander. Se aparca fácil y hay parada de autobús cercana.
Es un hotel amplio, clásico y con ese aire de retiro elegante, perfecto para escapadas en pareja, viajes wellness o fines de semana de descanso con extra de vapor y burbujas. Las habitaciones, dobles o suites, son espaciosas y cómodas, muchas con vistas a las montañas o a los jardines.
¿Lo mejor? Su centro termal. Piscinas de hidroterapia, circuitos de contrastes, masajes, tratamientos y un spa moderno que engancha. Además, hay gimnasio, pistas de pádel y un restaurante con cocina cántabra que no se anda con tonterías.
La decoración mezcla lo tradicional con toques actuales, sin recargar y con protagonismo para la luz natural. Sábanas blancas, suelos cálidos y ventanales que invitan a no salir.
Los huéspedes elogian la limpieza, la atención del personal y la calidad del balneario, aunque algunos opinan que parte del mobiliario podría renovarse. Aun así, la mayoría repite y recomienda.
Recepción 24 h, guardaequipaje, ascensor, servicio de habitaciones, cuna bajo petición y un jardín que parece pintado. Es un lugar pensado para que te dejes llevar sin mirar el reloj.
¿Precio? Acorde a lo que ofrece: si vienes buscando paz, confort y termas, la inversión merece la pena.
#2 cerca de Puente Viesgo: Villa Arce Hotel
- ✅Hotel con encanto rural en una casona montañesa.
- ✅Habitaciones cómodas con vistas al valle o jardín.
- ✅Algunas habitaciones con bañera de hidromasaje.
- ✅Desayuno espectacular con productos locales.
Si te imaginas un lugar donde el silencio compita con el canto de los pájaros, ese es Villa Arce Hotel. Está en Vargas, un pueblo tranquilo de Cantabria, a solo 20 min de Santander. No hay tráfico ni prisas: solo verde, aire limpio y aparcamiento fácil. Si no vienes en coche, el transporte público te deja cerca.
Es una casona típica montañesa reconvertida en hotel, con encanto rural y habitaciones acogedoras. Algunas dan al valle, otras al jardín, y todas respiran paz. Hay opciones para parejas, familias pequeñas o viajeros que huyen del ruido.
Las habitaciones tienen lo justo y lo necesario: buena cama, baño privado, TV, wifi, aire acondicionado y calefacción. Algunas incluyen bañera de hidromasaje. Abajo hay una sala común, una terraza y un jardín donde apetece leer o no hacer nada.
La decoración mezcla lo rústico con toques modernos sin perder el alma del sitio. Madera, piedra y textiles neutros que no compiten con lo que hay fuera: montañas, nubes y verde. Mucho verde.
La gente lo dice sin rodeos: limpieza impecable, trato amable y un desayuno que se gana elogios sinceros. Los huéspedes repiten y no por costumbre, sino porque aquí todo funciona como debe: con cariño.
El check-in es flexible y puedes dejar el equipaje si llegas antes. No aceptan mascotas, pero sí niños. También ofrecen cuna y te ayudan con lo que necesites. Nada es problema, todo se resuelve.
¿Precio? Más que razonable para lo que ofrece. No es lujo, es comodidad con sabor a casa. Perfecto si buscas desconectar sin vaciar el bolsillo.
San Roque de Riomiera
Este pequeño pueblo, a unos 80 kilómetros de Noja, es representativo de los «valles pasiegos», ofreciendo una vista única sobre las tradiciones rurales de Cantabria.
Con sus típicas cabañas pasiegas y un entorno natural impresionante, San Roque de Riomiera es un refugio para los que buscan experiencias auténticas y conexión con la naturaleza.
Santa María de Cayón
Situada a unos 60 kilómetros de Noja, Santa María de Cayón sorprende con sus paisajes verdes y su patrimonio rural.
Aunque menos conocido que otros destinos, este pueblo ofrece una tranquila escapada al corazón de Cantabria, con iglesias románicas y una naturaleza exuberante que invita a la exploración y el relax.
Hoteles con encanto en Santa María de Cayón
#1 en Santa María de Cayón: Posada Semilla
- ✅Estilo rústico elegante, con techos altos y suelos de madera.
- ✅Limpieza impecable y personal muy profesional y cercano.
- ✅La suite con hidromasaje y cama grande es una locura
- ✅Aparcamiento privado y gratuito en el alojamiento.
- ✅Excelente relación calidad-precio para un fin de semana romántico.
Si te imaginas un rincón tranquilo con aires de novela costumbrista, eso es la Posada Semilla. Está en Vargas, Cantabria, a un salto del Parque de la Naturaleza de Cabárceno y a menos de 20 minutos de Santander. Lo bastante cerca para explorar, lo bastante lejos para desconectar. El aparcamiento es privado y gratuito, y no hay que trepar escaleras: todo a ras de suelo.
La posada es una casa de estilo señorial con habitaciones privadas que parecen sacadas de una película rural con presupuesto. Son amplias, con camas grandes y baño privado. Algunas tienen vistas al jardín, y otras, a la montaña. Todas respiran calma.
Hay wifi gratis, calefacción, TV de pantalla plana y una cafetería que abre temprano. No hay cocina, pero sí desayuno y restaurante. La ducha tiene buena presión (no es poca cosa).
El estilo mezcla lo rústico con un toque elegante que no desentona. Suelos de madera, techos altos, detalles antiguos sin ser pasados de moda. Se nota el mimo.
Lo mejor valorado por los huéspedes: la amabilidad del personal, la limpieza impecable y la paz que se respira. Muchos destacan que se duerme de maravilla y que las fotos se quedan cortas.
Check-in rápido, buena atención y desayuno que te arregla la mañana. Admiten niños, ofrecen cunas bajo petición, y si llegas tarde, te esperan con una sonrisa (o casi).
¿Vale lo que cuesta? Sí, y un poco más. No es lujo ostentoso, pero es comodidad bien pensada. Para una escapada sin pegas, es una apuesta segura.
Santillana del Mar
A unos 60 kilómetros de Noja, Santillana del Mar es una joya histórica de Cantabria. Conocida como la villa de las tres mentiras (ni es santa, ni llana, ni tiene mar), este pueblo medieval está perfectamente conservado, con la Colegiata de Santa Juliana como joya de la corona.
Sus calles empedradas y casas blasonadas transportan al visitante a otra época.
Hoteles con encanto en Santillana del Mar que debes disfrutar
#1 en Santillana del Mar: Posada la Leyenda
- ✅A un paso de Altamira.
- ✅Habitaciones amplias, algunas con jacuzzi privado para escapadas especiales.
- ✅Estilo rústico-romántico con vigas de madera y techos altos.
- ✅Camas muy cómodas: aquí se duerme y se disfruta de verdad.
- ✅Alojamiento inolvidable, debes venir con tu pareja.
En Santillana del Mar, esa villa que parece detenida en el tiempo, me encontré con la Posada La Leyenda. A solo unos minutos de las Cuevas de Altamira y con la costa cántabra muy cerca, es de esos sitios donde aparcas el coche y sientes que el reloj se queda en pausa. El parking privado es un plus: llegas, sueltas las maletas y olvidas el lío de buscar sitio en plena temporada.
Las habitaciones sorprenden: algunas con jacuzzi privado y todas con ese aire entre rústico y romántico que invita a no salir demasiado rápido. Aquí no vienes solo a dormir; vienes a regalarte un respiro, de esos con sábanas limpias, colchones cómodos y silencio absoluto.
La posada tiene detalles que se disfrutan sin prisa: piscina exterior rodeada de verde, un jardín cuidado y una terraza donde basta con sentarse a mirar cómo baja la luz de la tarde. Si eres de los que necesitan estar conectado, el wifi funciona bien; si eres de los que huyen del móvil, este entorno te lo pone fácil.
Lo que más me gustó fue la mezcla de lo rural con un toque casi teatral, techos altos, vigas de madera y rincones que parecen pensados para una foto. Todo muy limpio, muy cuidado, con ese aroma de sitio que alguien mima con cariño.
Los huéspedes hablan de camas en las que se duerme como un tronco, y yo lo confirmo: aquí cierras los ojos y la mañana llega antes de lo previsto. El personal es cercano, nada forzado, como si fueras un viejo conocido que vuelve.
No hay fiestas ni ruidos, y eso se nota. La posada tiene normas claras para que el ambiente siga siendo tranquilo. Si viajas en familia, hay cunas bajo petición y espacio suficiente para moverse sin agobios.
En cuanto al precio, diría que juega en la liga del “vale más de lo que pagas”. No es lujo ostentoso, pero sí comodidad bien pensada, detalles cuidados y la sensación de que, al marcharte, ya estás pensando en volver.
#2 en Santillana del Mar: Posada Herrán
- ✅A 5 minutos de Santillana del Mar, pero sin el ruido ni el turismo masivo.
- ✅Entorno rural con naturaleza, silencio y aparcamiento gratuito.
- ✅Desayuno casero con productos locales por 5€, una locura.
- ✅Horario flexible: check-in desde las 14:00, consigna disponible.
Si buscas desconectar sin perder el norte, apunta esto: Posada Herrán está a un paso de Santillana del Mar, pero lejos del barullo turístico. Rodeada de verde, vacas y silencio, esta casona típica cántabra ofrece aparcamiento gratuito, lo que aquí se agradece más que el WiFi.
Se trata de una posada rural con encanto, donde cada habitación tiene su toque personal y vistas que invitan a olvidarte del móvil. Las estancias son acogedoras y cómodas, con capacidad para dos personas y camas que abrazan.
Cuenta con calefacción, buena conexión WiFi, TV de pantalla plana y baño privado completo. No hay cocina, pero sí detalles como secador, amenities y un desayuno con productos locales que merece su propia mención.
El estilo mezcla lo rústico con lo cuidado, sin caer en lo cursi. Piedra vista, vigas de madera, flores en cada rincón y ese olor a casa bien mantenida que no se compra en Amazon.
Los huéspedes repiten palabra por palabra: limpieza impecable, atención cercana y ubicación inmejorable. Varios mencionan lo bien que se duerme, lo amable que es la anfitriona y lo bien que huele todo.
El check-in es desde las 14:00 y el check-out hasta las 12:00. No aceptan mascotas, pero sí niños (y el entorno es ideal para familias tranquilas). No hay transporte al aeropuerto, pero puedes dejar las maletas si llegas pronto.
¿Lo que pagas? Más que justo. Aquí lo que compras es descanso, hospitalidad y una ubicación perfecta para explorar Cantabria sin estrés.
#3 en Santillana del Mar: Hotel BESTPRICE Santillana
- ✅A 5 minutos a pie del centro histórico de Santillana del Mar.
- ✅Parking privado gratuito para olvidarte del coche.
- ✅Habitaciones modernas, luminosas y cómodas para dos personas.
- ✅Limpieza impecable y atención del personal brutal.
- ✅Check-in digital sin contacto ni esperas.
Este hotel se planta justo donde lo necesitas: cerca del casco histórico, pero sin el barullo de los turistas. Puedes dejar el coche sin miedo (tienen parking) y caminar hasta Santillana del Mar en cinco minutos.
Es un hotel moderno con habitaciones funcionales, limpias y luminosas, perfectas para dos personas. Nada recargado ni pretencioso: cama cómoda, espacio suficiente y buena iluminación natural.
Hay aire acondicionado, calefacción, WiFi que funciona y una ducha que no decepciona. También tienes smart TV, escritorio y hasta cafetera, por si necesitas un chute de cafeína sin salir de la habitación.
El estilo es minimalista y actual, de esos que no cansan. Madera clara, paredes neutras y una distribución que respira. Aquí todo está pensado para estar a gusto sin distracciones.
Las valoraciones destacan la limpieza, el silencio y la amabilidad del personal. Muchos repiten por lo fácil que es todo: llegar, dormir, salir y sonreír.
Check-in 100 % digital, sin colas ni llaves físicas. Ideal si llegas tarde o prefieres no hablar con nadie más de lo necesario. No hay desayuno, pero sí máquinas de snacks y bebidas.
Buena opción si quieres comodidad sin gastar de más. Pagas lo justo por lo que necesitas, sin florituras ni letras pequeñas.
Castro-Urdiales
A aproximadamente 40 kilómetros de Noja, Castro-Urdiales destaca por su rico patrimonio medieval y románico, con la iglesia de Santa María de la Asunción y el Castillo-Faro como emblemas de la ciudad.
Este pueblo costero, con sus playas, su puerto y su animada vida social, refleja la esencia del Cantábrico, combinando patrimonio histórico con belleza natural.
Santillana del Mar y Castro-Urdiales son dos pueblos bonitos cerca de Noja que no debes perderte si eres amante de la arquitectura medieval.
Muskiz
Situado a unos 45 kilómetros de Noja, Muskiz es la puerta de entrada a la zona minera de Bizkaia, ofreciendo un interesante contraste entre paisajes industriales y naturales.
La playa de La Arena y el Castillo de Muñatones, aunque menos conocido, son claros ejemplos de la diversidad y riqueza cultural y paisajística de la región.
Perderse a descubrir los pueblos bonitos cerca de Noja permite a los visitantes adentrarse en la diversidad y riqueza de Cantabria, explorando desde pueblos costeros hasta rincones rurales llenos de historia y leyenda. Cada uno de estos destinos ofrece una experiencia única, mostrando la belleza, la historia y las tradiciones de una tierra rica en contrastes.