Pueblos bonitos cerca de Olite

Pueblos bonitos cerca de Olite que debes visitar

Olite, ubicada en la comunidad foral de Navarra, es una ciudad que cautiva por su imponente castillo medieval y sus pintorescas calles que transportan a cualquier visitante a otra época. Conocida como una de las joyas históricas de Navarra, Olite fue en su momento residencia de reyes y escenario de importantes eventos históricos.

Su castillo, declarado monumento nacional, es considerado uno de los conjuntos histórico-artísticos más importantes de España. Olite no solo es historia; sus viñedos y bodegas son el corazón de una rica tradición vinícola que se extiende por toda la región.

En este contenido te vamos a hablar de los pueblos bonitos cerca de Olite que merecen la pena visitar, cada uno con su propia historia, cultura y paisajes naturales que invitan a ser descubiertos.

Los Pueblos más bonitos de Olite

San Martín de Unx

Situado a tan solo 12 kilómetros de Olite, San Martín de Unx es un pueblo con encanto que se destaca por su iglesia fortificada de San Martín de Tours, una joya del románico navarro. Este pequeño pueblo, rodeado de viñedos, es también famoso por su producción de vino rosado.

Pasear por sus calles empedradas permite descubrir la arquitectura tradicional de la zona y disfrutar de vistas impresionantes sobre el valle. San Martín de Unx invita a disfrutar de la tranquilidad y la belleza de sus paisajes, siendo un destino perfecto para los amantes del enoturismo y la historia.

Ujué

A unos 20 kilómetros de Olite, se encuentra Ujué, un pueblo medieval que se alza majestuoso en lo alto de una colina, ofreciendo vistas panorámicas sobre el paisaje navarro. Su iglesia-fortaleza de Santa María es un imponente ejemplo de arquitectura medieval que domina el pueblo.

Las calles de Ujué, con sus casas de piedra, conservan un aire medieval que transporta a los visitantes a tiempos pasados. Además de su rico patrimonio histórico, Ujué es conocido por su gastronomía, especialmente por las migas de pastor, un plato tradicional que no hay que perderse.

Sangüesa

A 45 kilómetros de Olite, Sangüesa es la puerta de entrada al Pirineo navarro y se encuentra cerca del famoso Castillo de Javier, la fortaleza que vio nacer a San Francisco Javier, patrón de Navarra. Este pueblo destaca por su impresionante patrimonio artístico, especialmente la iglesia de Santa María, una joya del románico que alberga la portada más rica del arte románico navarro.

Pasear por Sangüesa es descubrir un rico tapiz de historia en cada esquina, desde sus edificios medievales hasta las huellas de la importante ruta del Camino de Santiago que pasa por la localidad. La cercanía al Castillo de Javier añade un atractivo cultural y espiritual, haciendo de Sangüesa un punto de interés para quienes buscan profundizar en la historia y la cultura navarras.

Si te gusta lo medieval, Ujué y Sangüesa son dos pueblos bonitos cerca de Olite a los que tienes que ir.

Artajona

Artajona, ubicada a unos 30 kilómetros de Olite, cautiva por su impresionante Cerco, un conjunto fortificado del siglo XI que es uno de los mejor conservados de Navarra. Pasear por el interior de sus murallas es como retroceder en el tiempo.

Además de su valor histórico, Artajona ofrece vistas espectaculares de los alrededores, especialmente al atardecer. Este pueblo no solo es historia; sus calles y plazas están llenas de vida, con mercados y festivales que celebran la cultura y las tradiciones navarras.

Azagra

Aproximadamente a 50 kilómetros de Olite, Azagra es un pueblo agrícola conocido por sus extensos cultivos de verduras y frutas. Aunque menos turístico que otros pueblos mencionados, Azagra ofrece una perspectiva única sobre la vida rural en Navarra.

Su iglesia de San Nicolás de Bari y las bodegas locales son puntos de interés que merecen una visita. Azagra es un lugar donde la hospitalidad de sus habitantes y la calidad de sus productos agrícolas invitan a disfrutar de la autenticidad de la Navarra más rural.

Calahorra

Situada al sur de Navarra, ya en la comunidad autónoma de La Rioja, a unos 60 kilómetros de Olite, Calahorra destaca por su rico legado romano y su catedral. Aunque se encuentra en otra comunidad, su proximidad y su importancia histórica la convierten en uno de los pueblos bonitos cerca de Olite de visita obligada.

Calahorra es un cruce de caminos de culturas y un centro de producción agrícola, especialmente conocido por sus verduras. El casco antiguo, con sus calles estrechas y plazas, ofrece una mezcla de arquitectura religiosa y civil que narra la historia de la ciudad a lo largo de los siglos.

Sos del Rey Católico

A unos 60 kilómetros de Olite, Sos del Rey Católico se erige como uno de los conjuntos históricos más importantes de Aragón y España. Famoso por ser el lugar de nacimiento del rey Fernando el Católico, este pueblo conserva un impresionante legado medieval, con calles empedradas, plazas señoriales, y un entramado urbano que ha cambiado poco desde la Edad Media.

La visita al Palacio de Sada, donde nació el rey, y la iglesia de San Esteban, con su cripta y torreón, son imprescindibles. Sos del Rey Católico no solo es un viaje a través del tiempo, sino también una oportunidad de disfrutar de las vistas panorámicas que ofrecen sus miradores sobre los paisajes de las Cinco Villas.

Un viaje a través del tiempo y la belleza de Navarra

Explorar los pueblos bonitos cerca de Olite ofrece una inmersión en la rica tapestría cultural e histórica de Navarra y sus alrededores. Desde las impresionantes fortalezas medievales de Ujué y Artajona, hasta la espiritualidad que envuelve a Sangüesa y el Castillo de Javier, cada localidad ofrece su propio relato, una pieza única en el mosaico de la historia navarra.

La región no solo seduce por su patrimonio; es también un homenaje a la belleza natural, desde los fértiles valles de Azagra hasta las puertas del Pirineo en Sos del Rey Católico y Torla. La gastronomía local, que se nutre de los productos de sus tierras y de una larga tradición culinaria, brinda el toque final a una experiencia única que combina el disfrute del paladar con el deleite de los sentidos.