Puigcerdà es el corazón de la Cerdanya, una comarca que juega a dos bandas entre Cataluña y Francia. Aquí el paisaje te atrapa: valles abiertos, montañas imponentes y pueblos de cuento. En invierno, las pistas de esquí cercanas se llenan de gente, pero en verano, los senderos y ríos cristalinos toman el protagonismo.
Sin embargo, la Cerdanya no es solo naturaleza; su historia y arquitectura pirenaica te transportan en el tiempo. Los pueblos cercanos a Puigcerdà son auténticos tesoros, con calles de piedra, iglesias románicas y castillos que siguen en pie.
Cada uno de los pueblos bonitos cerca de Puigcerdà que te vamos a recomendar tiene su propia esencia, gastronomía y paisajes impresionantes.
Conoce los pueblos bonitos cerca de Puigcerdà perfectos para perderte un fin de semana
Bellver de Cerdanya
Subir hasta Bellver de Cerdanya es como entrar en una postal medieval. El pueblo, sobre una colina, tiene un casco antiguo de calles estrechas y casas de piedra con aire rústico. Desde el mirador de la plaza Mayor, las vistas del valle son espectaculares.
La iglesia de Santa María de Bellver, de estilo románico, es una visita obligada. Además, el Parque Natural del Cadí-Moixeró está a un paso, con rutas como la del refugio de Cortals.
En verano, puedes explorar a caballo o en bici. Consejo: déjate perder por sus calles, es la mejor manera de disfrutarlo.
Bellver de Cerdanya es uno de los pueblos bonitos cerca de Puigcerdà de obligada visita.
Llívia
Llívia es un caso curioso: está rodeada de Francia, pero es España. Su mezcla de casas tradicionales y las ruinas del castillo en lo alto le da un encanto especial. Las vistas del Pirineo desde allí son inolvidables.
La Farmacia Esteve, una de las más antiguas de Europa, ahora es un museo interesante. Además, el Museo Municipal guarda piezas medievales llenas de historia. Para relajarte, un paseo junto al río Segre es ideal.
En invierno, se convierte en base para los amantes del esquí y la tranquilidad.
Meranges
Meranges es un secreto bien guardado, un pueblo de montaña que parece detenido en el tiempo. Sus casas de piedra con tejados de pizarra le dan un encanto único. La iglesia de Sant Serni, aunque pequeña, tiene un aura especial.
A pocos kilómetros, el refugio de Malniu es la puerta de entrada a los impresionantes lagos glaciares de Malniu y Mal. En otoño, el bosque se llena de colores increíbles. Y si el hambre aprieta, la carne de caza en los restaurantes locales es una delicia memorable.
Ribes de Freser
Bajando hacia el sur de la Cerdanya, Ribes de Freser es la puerta al Valle de Núria, otro de los pueblos bonitos cerca de Puigcerdà imprescindible. El tren cremallera que sube al Santuario de Núria es un espectáculo, con montañas y lagos de fondo. En el pueblo, su casco antiguo, la iglesia de Santa María y las plazas llenas de vida son encantadores.
La gastronomía aquí es otro punto fuerte, con embutidos caseros, quesos deliciosos y platos contundentes de montaña. Para relajarte, sus aguas termales son un premio después de una caminata. Y si buscas aventura, las rutas al Puigmal, una de las cimas más altas de Cataluña, son un reto imperdible.
Castellar de n’Hug
Castellar de n’Hug enamora con su belleza medieval. Sus calles empedradas y casas de piedra crean un ambiente encantador. Aquí nace el río Llobregat, y sus fuentes son un espectáculo natural. La iglesia de Santa María, de estilo románico, es otra joya.
Pasear al atardecer, cuando la luz baña las fachadas, es un plan perfecto. Además, sus croquetas gigantes son una leyenda local y un vicio difícil de resistir. En invierno, con la nieve cubriéndolo todo, parece un pueblo sacado de un cuento navideño.
Y hasta aquí nuestro contenido donde te hemos recomendado los pueblos bonitos cerca de Puigcerdà que no deberías perderte si estás por la zona.