Rupit, en la comarca de Osona, es un pueblo medieval con calles empedradas y un puente colgante que lo hace inconfundible. Más allá de su postal perfecta, la zona tiene muchos otros rincones que vale la pena descubrir. Algunos de estos pueblos son pequeños y tranquilos, otros tienen un poco más de vida, pero todos comparten algo: historia, naturaleza y buenas vistas. Si te gusta explorar a tu ritmo, toma nota de este listado con los pueblos bonitos cerca de Rupit que no puedes perderte.
Sumérgete en los pueblos bonitos cerca de Rupit que te enamorarán a primera vista
Tavertet: vistas de vértigo y caminos entre acantilados
Tavertet es uno de esos pueblos que impresiona nada más llegar. Está sobre una meseta y, desde su mirador, puedes ver el pantano de Sau y los riscos de les Guilleries. Un amigo que fue hace poco me dijo que en los días despejados se ve hasta Montserrat. No sé si es verdad, pero las vistas son una pasada.
El casco antiguo está muy bien conservado, con casas de piedra y la iglesia de Sant Cristòfol, del siglo XI. Si te gusta caminar, la ruta hasta el Morro de l’Abella es una de esas que no se olvidan, aunque ojo si tienes vértigo. Tavertet es uno de los pueblos bonitos cerca de Rupit de obligada visita.
Sant Julià de Vilatorta: modernismo, historia y fuentes escondidas
Este pueblo, cerca de Vic, es pequeño pero tiene su encanto. Su casco antiguo combina casas medievales con arquitectura modernista del siglo XIX, como la Casa Pratdesaba. Lo mejor es pasear sin prisa y descubrir rincones como la Font del Ferro, una fuente de agua natural donde los vecinos aún van a llenar garrafas.
Cerca está el Parque Natural del Montseny, ideal para caminar entre bosques. También puedes visitar el Castell de Bellpuig, una fortaleza en ruinas que tiene algo especial, sobre todo si te imaginas cómo era en sus tiempos de esplendor.
Sant Quirze de Besora: castillos, senderos y río
Este pueblo está junto al río Ter y su historia está ligada al comercio y la industria textil. Su mayor atractivo es el Castillo de Montesquiu, una fortaleza del siglo XIII rodeada de senderos entre robles y encinas. Si te gusta la historia, la iglesia de Sant Quirze y Santa Julita y el puente viejo sobre el Ter también merecen una visita.
Lo bueno de este lugar es que puedes combinar naturaleza y arquitectura sin tener que hacer grandes desplazamientos. Tanto Sant Julià como Sant Quirze de Besora son dos pueblos bonitos cerca de Rupit que recomendamos que no te pierdas.
Olot: volcanes, arte y buena comida
Olot es la capital de La Garrotxa y, si te interesa la geología, este es tu sitio. Está en plena zona volcánica y tiene lugares como el volcán Montsacopa, desde donde puedes ver la ciudad y los Pirineos. Paseando por el centro, te toparás con la iglesia de Sant Esteve y con edificios modernistas como la Casa Solà-Morales.
El Museo de la Garrotxa tiene obras de la Escuela de Paisajismo de Olot, pero si el arte no es lo tuyo, puedes ir al Parc Nou, que es perfecto para descansar un rato. Y si te gusta la buena comida, prueba cualquier plato con productos de la zona volcánica. No te arrepentirás.
Castellfollit de la Roca: un pueblo al filo del abismo
Y por último, otro de los imperdibles pueblos bonitos cerca de Rupit es Castellfollit de la Roca, uno de esos lugares que parecen sacados de una película. Castellfollit de la Roca está construido sobre un acantilado de roca basáltica de 50 metros de altura. Las casas están literalmente al borde del precipicio, y la vista desde la iglesia de Sant Salvador es impresionante (aunque si tienes vértigo, mejor no te acerques demasiado).
El casco antiguo es pequeño y fácil de recorrer, con calles estrechas y rincones fotogénicos. Para entender mejor cómo se formó este paisaje, puedes visitar el Museo de Can Xiquet. Y si después de la caminata te entra hambre, la butifarra de la zona es una apuesta segura.