Cantabria es una de esas provincias que no hacen ruido pero tienen de todo. Suances, en la costa central, es un buen punto de partida para conocer pueblos con historia, mar y montañas verdes. La región combina acantilados salvajes, playas enormes y cascos históricos que parecen sacados de otra época, además de arquitectura modernista. Y lo mejor: todo está cerca, con distancias cortas que se recorren en coche sin cansarse. Si buscas pueblos bonitos cerca de Suances, aquí tienes una lista para disfrutar varios días.
Los paisajes cambian mucho en poco tiempo. Pasas de una playa casi virgen a un pueblo con calles empedradas y casonas blasonadas en cuestión de minutos. Y como el clima es suave, no hace falta esperar al verano. Siempre hay algo para ver, sin importar la época. Hemos recorrido la zona varias veces y siempre aparece un rincón nuevo que antes no habíamos visto. Vale la pena parar, callejear y sentarse en una terraza a ver la vida pasar sin prisas.
Itinerario por los pueblos bonitos cerca de Suances imprescindibles
Santillana del Mar
Es uno de los pueblos más conocidos de Cantabria. Y con razón. Santillana del Mar es una joya medieval donde cada piedra tiene historia. Caminamos por la Calle del Cantón y cuesta decidir qué mirar: casonas con escudos, soportales, balcones llenos de flores… Todo muy bien conservado. Lo mejor es dejar el coche fuera y recorrerlo a pie. En el centro está la Colegiata de Santa Juliana, del siglo XII, que nos dejó sin palabras por su claustro románico.
También hay museos, como el de la Tortura o el Jesús Otero, y pequeñas tiendas de artesanía. Si tienes tiempo, a las afueras están las Cuevas de Altamira (o su réplica, la Neocueva), una parada obligatoria. A pesar del turismo, sigue teniendo ese aire tranquilo que lo hace especial. Por cierto, comimos unas rabas buenísimas en una terraza frente al Parador.
Comillas
Comillas tiene un aire señorial y también algo excéntrico. Aquí todo cambia de estilo arquitectónico en cada esquina. Lo más famoso es, claro, El Capricho de Gaudí, una casa modernista con azulejos coloridos y formas imposibles. Fue uno de los primeros trabajos del arquitecto catalán, y se nota la imaginación que ya tenía.
Además está el Palacio de Sobrellano, con su iglesia neogótica al lado, y el antiguo cementerio, en lo alto de una colina, con esculturas de Josep Llimona. Desde allí se ve el mar, impresionante. La Universidad Pontificia, aunque ya no funciona como tal, impone por su tamaño y por su fachada de ladrillo rojizo.
Comillas tiene playa, puerto y un casco antiguo donde apetece perderse. Un paseo por la plaza del Corro Campíos, con sus casas de indianos, es una buena forma de cerrar el día. Sin duda, uno de los pueblos bonitos cerca de Suances que no hay que saltarse.
Torrelavega
Aunque es más ciudad que pueblo, Torrelavega tiene zonas que sorprenden si se caminan con calma. El centro está lleno de vida, sobre todo los sábados, cuando hay mercado en la Plaza Mayor. Nos gustó mucho la Iglesia de la Virgen Grande, moderna pero imponente, y el Boulevard Demetrio Herrero, con edificios de estilo ecléctico que no esperábamos.
Uno de los sitios que más disfrutamos fue el parque Manuel Barquín, perfecto para descansar un rato bajo la sombra. Y si te gusta la gastronomía, la ciudad tiene buena fama por su carne y sus quesadas. Como base para explorar la región, va genial: estás a 10 minutos de Suances y bien conectado con todo.
No es el más fotogénico, pero tiene carácter. Y en cada esquina puedes encontrar algo auténtico. Una parada distinta en esta lista de pueblos bonitos cerca de Suances.
Cartes
Cartes es pequeñito, pero tiene uno de los cascos históricos más cuidados de Cantabria. Entrar en la calle Camino Real es como retroceder en el tiempo. Las casas, con balcones de madera y flores, están alineadas de forma tan perfecta que parece un decorado. Pero no, la gente vive ahí, y se nota en el ritmo del pueblo.
Lo más llamativo es la Torre de los Castañeda, que domina la entrada del conjunto. Desde allí, todo el pueblo se recorre en pocos minutos, pero cada rincón tiene su encanto. A nosotros nos sorprendió lo silencioso que es. Ni un coche, ni ruido. Solo se escucha el río Besaya al fondo y alguna conversación entre vecinos.
Es un sitio para caminar despacio, tomar un café en el bar de la plaza y charlar con los locales. Un plan sencillo, pero muy recomendable. Otro de esos pueblos bonitos cerca de Suances que pasa desapercibido, pero deja huella.
Astillero
El nombre despista. Uno espera un lugar industrial, pero Astillero también tiene su parte tranquila y con historia. El gran atractivo está en sus marismas. Desde el Paseo de Orconera se ven aves, barcas abandonadas y una luz muy especial al atardecer. Ideal para pasear o ir en bici.
Tiene también algunas construcciones interesantes como la Iglesia de San José, de finales del XIX, y el edificio del Ayuntamiento, que recuerda a los palacios cántabros. El ambiente es local, sin apenas turismo, y eso nos gustó. Tomamos un vermú en un bar de barrio y fue de los mejores del viaje.
Está a medio camino entre Santander y Suances, así que puede ser una buena parada en ruta. Aunque no tiene playa ni castillo, es uno de los pueblos bonitos cerca de Suances que ofrece otra cara de Cantabria, más cotidiana, pero con rincones por descubrir.
Arce
Arce es uno de esos pueblos donde se respira campo. Muy cerca de Piélagos, está rodeado de verdes intensos y caminos rurales. El núcleo es pequeño, con casas de piedra y tejados rojizos que contrastan con el paisaje. Lo más destacable es el Castillo de la Venta de Arce, aunque en ruinas, aún conserva parte de su torre y muralla.
Desde el castillo hay unas vistas geniales del valle. Nos sentamos un rato allí, solos, y el silencio era total. Hay también una iglesia sencilla, la de San Juan, y un antiguo molino que se puede ver al pasear por los senderos cercanos.
Para quienes busquen un sitio auténtico, sin postureo ni tiendas de recuerdos, este es el sitio. Nos pareció uno de los más tranquilos y honestos. Otra joyita que añadir a esta lista de pueblos bonitos cerca de Suances.
Cóbreces
Cóbreces está entre acantilados y prados, lo que ya de entrada es una mezcla potente. Pero es que además tiene el Monasterio Cisterciense de Viaceli, con una iglesia neogótica y una torre que se ve desde lejos. Todo muy silencioso, casi monacal. La comunidad sigue activa, así que se respira paz.
El otro punto fuerte es la playa de Luaña, de arena dorada y olas suaves. Ideal si vas con niños o simplemente quieres estar tranquilo. Nosotros fuimos a última hora de la tarde y el cielo se puso rosa. Un espectáculo. También hay una quesería local que hace quesos pasiegos y yogures artesanos, muy recomendables.
Cóbreces se recorre rápido, pero engancha. Tiene algo. Quizá es ese equilibrio entre mar, campo y piedra que se da tan bien en esta zona de Cantabria. Y cómo no, es uno de los pueblos bonitos cerca de Suances que no te puedes perder.